- Dedícate personalmente
Las buenas prácticas de recursos humanos comienzan con el dueño de la empresa. Eventualmente tendrás que contratar un director de recursos humanos especializado, pero al dedicarte personalmente a cada contratación, podrás explicar cómo deseas que se maneje el negocio. Los empleados trabajan con más compromiso para los empresarios dedicados al control de calidad.
- Actúa con transparencia
La claridad organizacional es esencial para mantener talentos y gestionar enfrentamientos. Actúa con transparencia sobre los objetivos, la filosofía, las reglas, la cultura y las expectativas de la empresa. No esperes que tus empleados sepan por instinto, comunica.
“Transparencia, respeto y serenidad son las principales armas para administrar conflictos. Si estas tres características están presentes en el liderazgo, aunque existan los conflictos (y siempre existirán), las diferencias se respetarán y se manejarán sin que haya mayores perjuicios”, dice Celia Spangher, directora de Gestión del Talento de Maxim Consultores Asociados.
- Da tu feedback
Las buenas prácticas de recursos humanos también ofrecen un feedback constante a los empleados. Comunica en qué áreas necesitan mejorar, pero no olvides elogiar también. “Cuando el empleado está haciendo algo correcto, el superior tiene que observar, elogiar y reconocer. Si la persona hace alguna cosa y no es percibida por el superior, se desmotiva”, dice Profesor Gretz, ponente y especialista en gestión de recursos humanos.
La evaluación correcta del desempeño también ayuda a evitar despidos innecesarios. “La evaluación del desempeño debe centrarse en el talento de los empleados, en lugar de corregir las debilidades. Un buen plan de desarrollo ayuda a no llegar al despido”, afirma Spangher.
- Ofrece igualdad de oportunidades
Las buenas prácticas de recursos humanos también incluyen ser justo y ofrecer tratamiento igualitario al contratar nuevos empleados y promover a los antiguos. No discrimines o priorices a nadie por factores como edad, género, raza, nacionalidad, religión y parentesco. Valora siempre la experiencia y la cualificación.
- Estimula desafíos
Muchos empresarios cometen el error de considerar que la retención del talento y la motivación de los empleados dependen de la remuneración. El sueldo es importante, pero proponer desafíos y ofrecer autonomía se valora aún más. “Lo que mantiene a los talentos en la organización tiene más que ver con la autonomía y los propósitos que con la remuneración”, dice Spangher. “Abraza a tu empleado, que él abraza a tu cliente, y todos abrazan el negocio”, añade.
- Sé un líder y estimula liderazgos
Como hemos visto, gran parte de las buenas prácticas de recursos humanos dependen de la capacidad y calidad de liderazgo del propietario. Sin embargo, a medida que la empresa crece es necesario delegar tareas. Por lo tanto, es esencial que los líderes se preparen adecuadamente, para aumentar la productividad de la Empresa
ÉXITO!
Fuente: Destino negocio